AMAMANTAMIENTO
El bebé abre bien la boca para tomar el pecho de su madre y sus labios crean un sello hermético alrededor de la areola mamaria. Los músculos masticadores del bebé ayudan a mover la leche y estos estímulos promoverán el crecimiento de la mandíbula (mandíbula inferior).
Durante esta etapa, el niño respira normalmente por la nariz antes de tragar.
Después de varios ciclos de extracción, se habrá acumulado suficiente leche y comenzará la deglución. La respiración se detiene durante este tiempo.
El pecho de la madre se adapta a la cavidad bucal del niño.
ALIMENTACIÓN CON BIBERÓN
El bebé no puede abrir la boca tan ampliamente porque los pezones son más cónicos que la areola mamaria. Los músculos masticatorios trabajan menos.
El bebé se ve obligado a utilizar los músculos de las mejillas para poder respirar y evitar el flujo constante de leche.
El bebé absorbe más aire y esta mezcla de aire y leche puede ser causa de diversos trastornos.
LOS BENEFICIOS DE LA LECHE MATERNA
Es la boca del bebé la que se adapta al chupete.
Cubre todas sus necesidades, en la cantidad justa, y aporta:
- Resistencia a infecciones (gastroenteritis, infecciones de oído, etc.).
Como el bebé aún no tiene un sistema inmunológico bien desarrollado, se beneficia del de su madre.
- Fácil digestión. La leche materna es muy digerible. Su composición evoluciona con el niño.
- Protección contra alergias, en caso de terreno desfavorable.
- Prevención de la obesidad. Los bebés amamantados parecen tener menor riesgo de obesidad en la infancia y la adolescencia.
- Beneficios para la salud de la madre: recuperación más rápida después del parto. Riesgo reducido de ciertos tipos de cáncer, como el de ovario o de mama.
A SABER
El dentista puede informar a sus pacientes, durante el embarazo, de los beneficios de la lactancia materna.
Se recomienda la lactancia materna hasta los 6 meses, edad en la que aparecen los primeros dientes de leche.
En cualquier caso, la lactancia materna sigue siendo una elección personal.